viernes, 10 de noviembre de 2023

¿POR QUÉ HAY PAÍSES RICOS Y POBRES?

Por: Emilio Doñe. 

La respuesta a la pregunta de ¿por qué hay países ricos y pobres?, ha ocupado a los más diversos pensadores y se puede analizar desde diferentes puntos de vista. 

Sin embargo, la riqueza de las naciones de Adam Smith, describe cómo la división del trabajo y la expansión del comercio generan mayor producción, riqueza y bienestar social.

La mayor productividad permite que se generen bienes que exceden sus necesidades inmediatas, lo que resulta en un intercambio de estos artículos por otros excedentes distintos que generó alguien más, lo que impulsa el comercio y nos permite gozar de beneficios que no tendríamos enuna autoarquía.

Continuando con el argumento de Smith, la mayor producción reduce el precio de los artículos en el mercado. 

Mientras tanto, la expansión del comercio amplía la demanda, lo que finalmente se traduce en incrementos en la producción para satisfacerla, haciendo necesario contratar más trabajadores, con lo que aumentan los salarios y con ello el nivel de vida en una nación.

De acuerdo con Smith, otro factor que incrementa sustancialmente la productividad de la mano de obra es la inversión en capital fijo, es decir en infraestructura y maquinaria.

Por otra parte, si se genera ahorro nacional se garantizan los recursos para aumentar dicho capital y se crea un círculo virtuoso que acelera el crecimiento económico.

En cuanto a la función del gobierno, Adam Smith considera que debe dedicarse sólo a la defensa nacional y a impartir justicia, así como a crear organismos benéficos para la comunidad e infraestructura.

Agrega que los gobiernos que gastan más allá de sus ingresos generarán deudas con fuertes cargas para las futuras generaciones, y con una gran visión indicó que, “las enormes deudas oprimen y posiblemente arruinarán a las grandes naciones”.

El libro tiene imprecisiones propias de su época y argumentos que hoy parecen simples, pero nadie puede rebatir que el ahorro, la inversión y la expansión del comercio, así como las finanzas públicas sanas, favorecen la riqueza de las naciones. Si todo esto lo sabemos desde hace 236 años,

¿Por qué algunos políticos dominicanos pretenden olvidar estos principios básicos de economía y prosperidad?

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