miércoles, 22 de junio de 2016

CATAREY


En una gran empresa de la ciudad capitaí, fue a teneí; un individuo trabajador, decente y de un campo del Noite del país, llamado Catarey; buscando empleo, para ganaise el peso y mantenei a su familia.

El dueño de la empresa era un buen hombre, que por su gentileza y cortesía se había ganado el aprecio al igual que respeto de sus empleados, pero de vez en cuando aparecían individuos que se la daban de tigres y no del licey, con el patrono de la empresa por su forma.

Sin embargo, resulta que había un trabajo de guachimán, para Catarey, el cual no dudó en aceptarlo, por ser la única fuente de empleo existente. En la primera semana de labor no había vigilante más eficiente y notable que ese. Hasta que al pasar unos días, Catarey se empezó a juntar con Remigio (Mafia entre amigos de andanzas), personaje de acusadas y no probadas acciones, como las de robarse algunos elementos de la empresa, para el bien particular de sus vicios.

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Un día estando Catarey, muy cansando tras haber amanecido vigilando, expresa su pesar a Mafia, diciéndole este: - y porque tú no te duermes de noche Catarey, para que descanses, además quien va a entrar en este negocio, y nadie va a saber, que duermes de noche. A lo que Catarey responde: “no Remigio, yo tengo que actuai con seriedad y rectitud, si me dueimo no estoy cumpliendo con mi trabajo”.

Entonces Remigio, le dice: que pendejo tu´ta Catarey, ve un día al bosque y verás que los arboles rectos son los primeros que cortan para hacer madera, y los torcidos los dejan en pie. Catarey sin palabras y sorprendido, sólo expresa: - es veidad lo que tú dices, tengo que pensar más en mí.

Y así hizo Catarey, pensó más en sí. E inicio a dormirse durante sus jornadas nocturnas de labor, hasta que le llego ese momento en que como a cualquier ser humano, la vida y el tiempo se encargan de sacar a relucir esas indebidas acciones.

Por lo que un día, aprovechando Catarey y tras pretender varios días de forma infructífera hablar con su jefe; ve que un día el mismo llega más temprano de lo normal; a lo que sin temor le dice: -Jefe Luis, Jefe Luis. ¡Deme su cédula!

¿Y para qué? Le dice rápidamente Luis.

Oh! Usted no sabe, que anoche me soñé con usted Jefe Luis, y le estoy pidiendo el número de cedula pa jugailo en la loto, agregó Catarey.

Tras escuchar esto el Jefe Luis, se dirigió donde Bianca la encargada de Personal, y dijo: “despídanme a Catarey”. Y todos preguntaron la razón de dicha decisión, sobretodo Catarey. Por lo que el Jefe Luis expreso en voz alta: oh, pero Catarey que es el que debe amanecer vigilando, me dijo que se soñó conmigo, lo que indica que se la pasa durmiendo aquí en el trabajo.

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Con lágrimas en el rostro, tuvo que irse de regreso hacia el Cibao, con la imagen dañada por buscar determinados ventajismos, que le han hecho entrar en estado de reflexión en medio de su crisis económica.

Es por ende que esta historia debe llamarnos a no manchar nuestra trayectoria, por vivir lo fácil, ni llevarnos de malos consejos, aun cuando vienen de quienes expresan ser nuestros amigos, para que no nos agarren asando batata como al pobre Catarey.

Muchas gracias y espero haya sido del agrado.

Emilio Doñé