Por: Emilio Doñe (10 febrero 2021)
Para dar contexto es prudente citar que el general Santa Anna, es un personaje que genera muchos debates en México a favor y en contra.
Este señor para muchos fue presidente 11 veces para otros 6 veces, de igual le acusan de ser un traidor, dictador y vender los territorios mexicanos a Estados Unidos, mientras otros lo ven como un genio militar y gran defensor de México, pero esté no es el enfoque del tema.
Lo cierto es que el general Santa Anna fue un político bien astuto para su beneficio y a lo largo de 38 años participo en más batallas que posiblemente ningún militar de su rango.
Uno los episodios que lo catapulto fue cuando en el año 1829 derrotó en Tampico a las fuerzas españolas en su último intento de reconquistar México, victoria que convirtió a Santa Anna en héroe nacional y le llevo a ser presidente de México.
Ya ocupando la presidencia, algunos oficiales del ejército de Santa Anna comieron en el restaurante Tubacaya del señor Remontel, un francés residente en México, que acusó a los militares mexicanos de haber comido sin pagar y hacer daños a su negocio.
Ante la acusación, la presidencia de México se negó a pagar los 60 mil pesos que el pastelero pedía como indemnización por los daños, a lo que el gobierno francés decidió intervenir con 10 barcos llenos de soldados que desembarcaron en Veracruz.
Para generar esa intervención, Francia de igual había utilizado como pretexto algunos conflictos pasados con México a los fines de mostrar su poderío, tal y como lo hizo en el caso del bloqueo a la Argentina y Uruguay; así como aprovechando el hecho de que España en ese espacio de tiempo decidió reconocer formalmente la independencia de México.
Llegado 4 de diciembre de 1838 mientras el ejército mexicano procuraba hacer retroceder a los franceses, éstos respondieron con cañonazos. Uno de esos disparos alcanzó la pierna de Santa Anna, la cual tuvo que ser amputada rápidamente.
Ese suceso hizo que le apodaran sus opositores al general Santa Anna “el 15 uñas”, aunque en realidad eran 14, pues junto a su pierna, el presidente también perdió uno de sus dedos.
Esta fue una pérdida muy profunda para él, pero también una gran herramienta para sus futuras campañas. En fin, quien le diría que no al presidente que dio su pierna para defender a su país.
Algo que se evidencia por el hecho de que cuando Santa Anna ordenó que enterraran su extremidad en Maga de Calvo, su hacienda favorito de Veracruz, lo hicieron acompañados de una ceremonia religiosa y con todos los honores militares. Exaltando la pierna de Santa Anna, prácticamente en un héroe nacional.
Acontecimiento que no quedó allí, pues años después (1842), Santa Anna mandó exhumar su pierna para tenerla más cerca y darle el honroso entierro que según el merecía.
Metidos en una vitrina de cristal, los restos de la pierna recorrieron la ruta de Veracruz a la Ciudad de México acompañados de un gran cortejo fúnebre y el clamor por parte de los simpatizantes del presidente.
Una vez en el cementerio de Santa Paula en aquel entonces, varias personas llegaron al extremo de dedicar discursos a la pierna muerta. Sin embargo, en 1844, durante una revuelta contra su gobierno, un grupo de opositores robaron la pierna, que arrastraron por toda la ciudad sin que se supiera el paradero final de la misma.
A la revuelta debemos sumarle el hecho de que México perdiera Texas, lo cual hizo que Santa Anna tuviera que retirarse y exiliarse de la escena política de su país por un tiempo.
Otro dato interesante es que cuando inició la guerra de México y Estados Unidos, el gobierno llamó al general Santa Anna para que asumiera la dirección del ejército mexicano.
Y como andar sin una pierna era inconcebible para alguien como Santa Anna, mandó fabricar una prótesis de madera a su medida. Pero el gusto de tener su nueva pierna de madera no le duró mucho tiempo, pues en 1847, en medio de la guerra contra Estados Unidos, Santa Anna volvió a perder su pierna durante la huida de la Batalla de Cerro Gordo.
De hecho muchos dicen, que con esa pierna (como bate) se jugó el primer juego de béisbol en México. Esta pierna de madera se encuentra en una vitrina del Museo de la Guardia, en el Camp Lincoln de Springfield.
Foto: Tomada de Google Images.
Muchas gracias, espero haya sido del agrado y Dios les guarde.
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