jueves, 28 de enero de 2021

PABLO Y LOS FILIPENSES

Por: Emilio Doñe

El apóstol Pablo recibió muchos maltratos por su amor a expandir el Reino de Dios. Como parte de su segundo viaje Pablo visitó Filipos, donde fue maltratado injustamente, recibiendo azotes y prisión junto con Silas. Pero pesé a todo eso, Pablo recordó con amor a los filipenses.
Cualquier persona al encontrarse preso y recibir azotes, se lamentaría de esa difícil situación y hasta cuestionaría a Dios por permitir ese suceso.
Sin embargo, Pablo no permitió que las circunstancias definieran sus pensamientos ni su *grado de contentamiento (*Filipenses 3: 11-13), más bien se mantenía entonando cantos al Padre Celestial (Hechos 16), como una muestra de confianza.
Y mientras ellos cantaban, empezaron a pasar cosas inesperadas. Primero, hubo un gran terremoto. Luego, se abrieron las puertas de la prisión en Filipo y se soltaron las cadenas de los presos. Acontecimiento que sirvió de testimonio a otros.
Pablo de igual demostró en esta circunstancia que tenía la mirada puesta en el futuro, dejando atrás el pasado, a los fines de mantener el enfoque en su misión evangelizadora (Filipenses 3: 13-14).
En los tiempos actuales, nadie esta ajeno a ser víctima de situaciones adversas que nos impulsen en abandonar todo y cuestionar al Padre Celestial, en especial cuando la meta principal es seguir los principios bíblicos y expandir el Reino de Dios.
Por ende, el apóstol Pablo es un gran ejemplo, ya que Pablo mantuvo el mismo entusiasmo desde el comienzo de su ministerio hasta el final.
Y esto también nosotros podemos lograrlo, al procurar tener diariamente una renovada comunión con Dios, por medio de la lectura diaria de la Biblia y la oración.
Lo que nos permitirá superar los obstáculos, el vivir animados y aprender que debemos agradecer a nuestro Dios, la gratitud y consuelos, los dones y el servicio de otros, cuando recibimos el beneficio y Dios recibe la gloria.
Muchas gracias y que Dios nos ayude a enfrentar los problemas como lo hizo Pablo, para que en todo seamos bendecidos y salgamos victoriosos de cada adversidad.

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