jueves, 21 de enero de 2021

LA VERDADERA HUMILDAD

Por: Emilio Doñe

La verdadera humildad no es sentirnos como inútiles, sino ver a Dios como digno de nuestro servicio, no importa qué tarea El nos dé. Pues, al final somos linternas que dirigen a otros al Padre Celestial; una voz en el desierto que sin buscar promocionarse, con su sonido lleva a otros a saciar su sed.

Juan el Bautista es un gran ejemplo de humildad, ya que en su momento de apogeo fue como la estrella matutina cuya luz disminuyó con el alba de la llegada de Cristo.
Ya que Juan El Bautista no batalló para superar a Jesús, sino que aperturó el camino para que Jesucristo brillara, y él se regocijara en su Luz. Esa es la clase de espíritu humilde que nosotros necesitamos.
Solo cuando disminuimos internamente, los que están a nuestro alrededor podrán ver al Salvador, quien puede darles vida eterna.




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