Y el amor por su amado lo demostró, ya que la magnifica belleza de la sulamita llamó la atención del poderoso y rico rey Salomón, quien intentó enamorarla. La sulamita recibió muchas presiones de personas que trataron de convencerla para que aceptara a Salomón, sin embargo la joven sulamita rechazó al rey. Pues, la sulamita amaba al humilde pastor.
La joven sulamita es un ejemplo a imitar en estos tiempos modernos, por el hecho de que la joven nunca dejó de mostrar modestia pese a su gran belleza y las grandes atenciones que recibió por ello, demostrando que no se vanagloriaba de las virtudes con que Dios la había bendecido.
La sulamita tampoco permitió que la fuerte presión de los demás, las riquezas, halagos, el poder o la fama influyeran en sus sentimientos; y lo demostró al mantener sus emociones bajo control y permanecer limpia moralmente.
La sulamita plasmada en el Cantar de los Cantares es una exhortación y clara muestra de ese hermoso amor que persevera y es constante. Un ejemplo de la relación que existe entre Jesucristo y su novia, un amor inquebrantable como expresó Pablo por inspiración divina, en Efesios 5.
Por ende y ya que sabemos esto último, debemos animarnos como cristianos que decimos pertenecer a la novia de Cristo a mantenernos fieles al novio celestial, nuestro salvador Cristo Jesús. Así como también motivar a otros por medio de la predicación a que se unan a la novia de Cristo.
*Imagen de William Clarke Wontner .
Muchas gracias, Dios los guarde y feliz resto de la tarde.
Por: E.D.
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