jueves, 23 de abril de 2020

INICIEMOS LAS REFORMAS


Por: Emilio Doñe. 
22/04/2020

Lo que estamos viviendo actualmente definitivamente creará un antes y un después que no parece ser para bien, ya que este proceso en vez de crear un mundo más solidario e unificado, aparenta lo dejará más polarizado y hasta más alejado de Dios (lo que complica más las variables).

Muchos visualizan un mundo donde las potencias tradicionales se vean enfrentadas a campo abierto con China, cuya suerte final puede depender del camino que tome Rusia en esta pugna. Las consecuencias económicas son bien sabidas, sólo en América Latina se proyecta habrá 29 millones más de pobres y una caída regional en el PIB del 5.5 % (aumentándose la brecha entre ricos y pobres).

Y el rancio establishment en su afán de unificación global, parece continuar en su enfoque de frenar los liderazgos nacionales que representen piedras de tropiezo a ese plan.

Por lo que no es sorpresa, la situación actual en Corea del Norte, los ataques al mandatario de Estados Unidos, más otras protestas patrocinadas y camufladas que puedan surgir, para ellos intentar generar esos cambios deseados, nación tras nación.

Y lo peor de todo esto, es que no parece haber unidad entre las personas, la mayoría de religiones criticándose unas a otras (y muchos líderes religiosos en una gran competencia de revelaciones y ataques), más una gran amalgama de divisiones que van desde lo social, económico, etc... Y no nos damos cuenta, que mientras más divididos estamos más le conviene a ese sistema que desea manipularnos.

Además, las sociedades enfrentan siempre el mismo ciclo; tiempos malos que crean hombres fuertes, hombres fuertes creadores de ‘tiempos buenos’, tiempos buenos que traen personas flojas y las personas flojas que traen tiempos malos, algo que estamos viviendo ahora.

Es por ende, que ante este difícil escenario global y con vistas de esperanza, se hace urgente que nuestra RD, que está repleta de muchos proyectos de desarrollo casi nunca aplicados por las autoridades en beneficio del pueblo. Instituciones políticas cuyas diferencias son las banderas. 

Una sociedad dominicana donde todo el mundo opina que el país necesita reencausarse, hasta que se topa que esa decisión elimina cierto beneficio particular. Por esto, se hace urgente que en el país, surja un nuevo liderazgo que haga un pacto nacional entre todos los sectores.

Que realice un sistema de reformas para desactivar esos justificados sentimientos de cambios y evitar que puedan ser canalizados por un líder que busque caos, así como lo hizo la reforma agraria impulsada por el presidente Balaguer, que desmonto una revolución parecida a la de Cuba, que se estaba gestando en RD, durante esos años.

Una de esas grandes reformas debe ser, la de eliminar el actual sistema de todo centralizado en la ciudad capital y en raras excepciones en un municipio cabecera que solo beneficia un pequeño grupo.
Debemos crear un sistema que le de un peso electoral parecido a cada provincia, en especial las marginadas como Elías Piña, Independencia, El Seybo, Santiago Rodríguez, Pedernales, etc... No puede ser posible que ciertas provincias, si acaso, sean sólo visitadas por los ejes de poder en tiempos electorales.

Más un sistema limpio de financiamiento a candidaturas electorales, lo cual permitirá que se valore más el voto de esos pueblos y se hagan las inversiones de lugar. Mejorándose en cierta manera la calidad de vida y permitiendo que se sientan parte del sistema.

De no hacerse ello, crecerá un problema dentro de esas desigualdades sociales que muchos se hacen de la vista gorda. Pues, a futuro no parece haber en nuestra querida patria RD, una solución; ya que no es sólo que tengamos múltiples políticos incapaces o corruptos, al igual que empresarios, religiosos, militares y demás yerbas aromáticas, que se han lucrado hasta más no poder de la desgracia de este pueblo.

La dificulta mayor es que tenemos muchos que aspiran a futuro seguir ese mismo ejemplo. Y segundo, que quienes pueden generar un cambio con Dios delante, no quieren arriesgarse. A tener la oportunidad de tener una nación en valores morales, patrióticos, libertad y bajo la guía del Padre Dios.

De no hacerse eso, la única forma de enderezar este sistema de país donde cada vez más el fuerte maltrata al débil, es vía un sistema totalitario donde se genere tanto caos, que al final devenga en un nuevo orden de cosas.

 Y ese orden puede implicar un alto precio. Iniciemos las reformas. Todos somos frágiles, todos somos iguales, todos somos valiosos ante Dios. Hagamos las reformas, es tiempo de eliminar las desigualdades, es momento de reparar las injusticias que minan nuestra sociedad.

Muchas gracias y espero el presente haya sido del agrado. 

Foto: Tomada de Google Images. 


                                                                                                                              

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