Hecha provincia
en noviembre de 1934, con el apellido del perínclito de San Cristóbal y quien
fuese el personaje más rico que ha producido la historia patria; la cuna del
olvido, es un poblado que ha dado al igual que Hato Mayor del Rey dos
presidentes, pero ambos dictadores, por lo cual el país espera una reivindicación.
El primero de
los tiranos, es antepasado de una las familias más influyentes que ha tenido el
país, los Cabral y el segundo, es creador del estado moderno dominicano y
gobernó con mano dura por 31 años, nuestra República Dominicana. Opacando con
sus atroces actos, todo lo que pudiese llamarse bueno que hizo.
Dicha demarcación
que fue sede de nuestra primera constitución y de gran asentamiento industrial,
tales como del azúcar, papel, vidrio, fábrica de armas que son parte de la
historia cubana revolucionaria, etc. Pueblo de mucha historia, playas y grandes
potencialidades naturales, al igual que agrícolas, está constituida por ocho
municipios que parecen tener autoridades fantasmas por el abandono en que
permanecen y las pocas propuestas para el desarrollo de un mejor San Cristóbal.
Entre estos cabildos
cabe resaltar el municipio cabecera, de calles arrabalizadas y todo lo malo
cuanto desee agregarse, pese a ser una de las localidades más cercanas a la
capital. De igual modo se encuentra Nigua, la sede de origen de la industria
azucarera (por ser el lugar en el cual se establecieron los primeros ingenios, siendo
uno de los más conocidos el de Boca de Nigua).
Es por ello y
muchas razones, que resulta muy penoso, ante tanto potencial de una provincia, donde
tan sólo Villa Altagracia que fue uno de los municipios más prósperos del país
y contenedor de diversos tipos de microclimas; esto, sin dejar fuera las
virtudes de Cambita Garabitos y en especial de Los Cacaos, una de las zonas de
más altura, belleza y producción de la provincia; ver como aquella que fue la ciudad emérita y que
por sus virtudes hizo que personajes de la talla de Ramón Matías Mella
establecieran sus negocios, esté sumida hoy
día en el atraso y el abandono.
Convirtiéndose
en un espacio territorial donde reina una creciente inseguridad ciudadana y en
el que no existen oportunidades de superación para su gente, en especial la
juventud, ni notables fuentes de empleo.
Siendo estos
males, el detonante provocador de que ni siquiera la mayoría de las autoridades
representativas de la provincia y diversos municipios, vivan de manera
determinada en la misma, a pesar de tener residencia allí.
Es por eso que ante
esta terrible situación se espera, en especial de la mano de los más jóvenes
que tienen el deber de asumir a futuro el rol socio-económico y político, que
puedan surgir las iniciativas que le permitan recuperar a San Cristóbal el
lugar de esplendor que le pertenece, a esa San Cristóbal que “entre la loma y
el río, cerca del cañaveral se levantó, con su perfil señorial.
Para que pueda
brindar buenos elementos al país, tal como en el pasado. Donde al igual que el
sol de la mañana, salió de su corazón la primera carta magna, que organizo la
nación, como reza el canto aquel.
Muchas gracias y
luchemos por la construcción de una mejor San Cristóbal.
Emilio Doñé
No hay comentarios:
Publicar un comentario