miércoles, 25 de noviembre de 2015

AMBICIÓN EN TIEMPOS DEL HAMBRE

Con rifle en mano, ambición en mente y antes del alba, Andrés se dirige a la loma Los Macabeos, en busca de algún animal que cazar, que le pueda servir de alimento y de generación de dinero, para poder satisfacer en la medida de lo posible la necesidad de sus allegados de labor, pues la mayoría del alimento lo dominaba un solo grupo, sin querer dar espacio a los demás .
Transcurren horas, del agobiante día de Andrés en loma Los Macabeos. Pero, tras una dura y sigilosa batalla con la brocante vegetación, Andrés escucha el inquietante sonido de aves, que parecen ser guineas voladoras y que no se encuentran muy alejadas de su trampa de pajarero.
Ante, tan provechoso escenario y sin tener cerca posible competidor, Andrés hace estratégicos disparos, que producen que cinco guineas caigan en la trampa. Para Andrés, una o dos guineas podrían ser suficientes, en especial para transportarlas sólo, pero su incontenible avaricia le hizo pretender tomarlas todas, sin pesar en dejar nada a un próximo cazador, de igual o mismas penurias que él.
Así que procedió, a lo que llegara un ayudante, en medio de tal nueva e incómoda situación, a poner una guinea bajo su pie izquierdo y luego otra bajo su pie derecho, lo mismo hizo con sus entre brazos, la guinea restante la intentaba sostener con sus manos, esta última luchaba incesantemente e increíblemente por escapar, hasta que un descuido de Andrés, logro de manera tímida liberarse de sus manos.
Sin embargo, Andrés en medio de estas inesperadas circunstancias, intento atraparla, dando un brinco descomunal, donde levanto hasta sus entre brazos, logrando no sólo una, sino las cinco guineas escapar.
A lo cual el ayudante de Andrés, al llegar y viendo su cara de tristeza, dice -es que el mucho abarca poco aprieta. –
Por: Emilio Doñé

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